martes, 9 de septiembre de 2014

La historia de nuestros símbolos patrios

Nuestros símbolos patrios lo que representan, son una parte de esta historia, la historia patria, de
nuestros padres, de nuestros antecesores.

Desde los inicios de la república, la creación de diferentes símbolos que representaran en forma oficial al estado de Chile se hizo inminente, los emblemas nacionales no sólo tendrían la misión de que la institucionalidad de un país fuera mundialmente reconocida, sino que también se constituyeran en los elementos de identificación del pueblo chileno.
Los actuales símbolos patrios como lo son la bandera chilena, el himno nacional y el escudo patrio lograron ser oficialmente aprobados luego de que sufrieran variados cambios tanto en su forma como en sus conceptos. La historia del origen y las transformaciones que estos emblemas protagonizaron hasta su consolidación.
Los símbolos patrios nacen de la necesidad de lograr una identidad al minuto de independizarnos, los actuales símbolos patrios como lo son la bandera chilena, el himno nacional y el escudo patrio fueron aprobados luego de sufrir varios cambios tanto en su forma como en sus conceptos.
El primer símbolo con connotación nacional lo impone José Miguel Carrera, la pequeña
escarapela entra a bregar en contra de la escarapela española. Es una justa desigual, pero
que dirime quién está de parte de quién. Quizás por esto, el pequeño pedazo de tela
tricolor, ha sido uno de los más queridos símbolos nacionales, es fácil de hacer y se
puede llevar en el pecho. La bandera será la consecución de la escarapela, los colores
traspasados a un estandarte de guerra, que lleva en el centro un escudo. No hubo tiempo
para otros símbolos, la guerra contra los realistas se hizo implacable y culminó con la
derrota chilena en Rancagua. La última vez, que la bandera flamea en el suelo chileno es
junto a la expedición Cabot, en 1817, que formaba parte del Ejército Libertador de los
Andes.




Esta bandera corresponde a la usada
actualmente para representar a la
enseña de la “Patria Vieja”. Este
estandarte de guerra, adolece de
errores: en el orden de los colores y en
la falta del escudo; si es usada en actos
oficiales

.

El emblema que lo supera, es el tricolor, pero con el rojo en vez del amarillo. La
venganza de la sangre de los mártires de Rancagua está en camino para conquistar la
libertad del país. Esta enseña, también llevaba un escudo interior, tomando los símbolos
anteriores. Sólo durará unos meses. Con esta bandera se produce un error en los colores,
se confunde con las banderas que se hicieron a partir de los pendones de la bandera de la
patria nueva y que se llevaron a las batallas. Este error, en el orden de los colores se
transmitió a la bandera anterior y llegó a nuestros días con la tergiversación conocida.



Variante de la bandera de
transición, abril de 1817. Esta
bandera es usada en ceremonias
oficiales en la actualidad. Pero,
presenta algunos problemas, pues
los colores no guardan una
correlación con la enseña patria
anterior y no tiene el escudo que la
señalaba como “Pabellón del
Estado”.




El 14 de julio de 1817, en el día de la Virgen del Carmen, se expone a la ciudadanía la
enseña patria. Esta bandera se conoce como la bandera de “transición”.

“Mirad ahí que otra vez en sus baluartes
el estandarte tricolor flamea.
La sangre de los héroes de Rancagua,
Dignamente vengada por la fuerza,
La triste palidez del amarillo,
En rojo animador el color trueca.”

La bandera es similar, en diseño, al emblema de la “patria vieja”. De acuerdo a lo
expresado por Bernardo de Vera y Pintado, en el siguiente poema, se aclara o dilucida el
color rojo que reemplazó al amarillo
La bandera constaba de tres franjas horizontales: blanca, azul y roja. En su centro, se
encuentra un escudo ovalado, que en su interior se aprecian: la columna dórica y el
nuevo mundo, la estrella, la palabra libertad y sobre ella, el lema; unión y fuerza.
Los colores, tienen el mismo simbolismo que el primer estandarte nacional: el blanco
simbolizará la autoridad del pueblo, el azul la justicia, y el rojo, la fuerza.

A fines de 1817, nace la bandera nacional de la patria nueva. Su estructura es diferente a
otras, pese a eso también incluye el escudo al centro. Lo peculiar es una estrella
inclinada y dentro de ella, reforzándola, la wünelfe. La connotación de este emblema,
por sí mismo es notable, pues representa al país. Chile esta reflejado; es una “estrella de
plata”, “la estrella de Arauco”, “la estrella solitaria”, no hay dobles interpretaciones de lo
que representa la estrella. La wünelfe, internamente completa la estrella con sus puntas.
El mismo carácter se integra posteriormente al escudo patrio, la estrella en dos campos,
los reúne y los hace uno.





Nuestra bandera actual fue izada por primera vez el 12 de febrero de 1818, se izó durante la proclamación de la independencia de Chile, los colores de la bandera chilena son el rojo, el azul y el blanco y representan respectivamente la sangre vertida durante la guerra de la independencia, el nítido azul de nuestro cielo (hoy en santiago ya no tan azul) y las puntas nevadas de la cordillera de los andes, la estrella de cinco puntas simboliza a los poderes del estado que velan por la integridad de la patria y el fondo azul donde ésta descansa corresponde exactamente a un tercio del tamaño de la parte inferior de color rojo.
El escudo chileno Escudo de Chile nace el año 1832 cuando con el presidente de la república, José Joaquín prieto, y su ministro joaquín tocornal, enviaron el proyecto al congreso que establecía la existencia y las características del escudo nacional, el diseño es de Carlos c.Wood, la que recoge los mismos colores de la bandera, los que cortan en dos campos el fondo figurativo central, el tono azul se encuentra en el superior, el rojo en el inferior y la estrella blanca en el centro del fondo, sobre el fondo figurativo se ilustra un penacho o plumaje tricolor: azul, blanco y rojo, y por soportes lleva un huemul a la derecha y un cóndor a la izquierda, cada uno con una corona naval dorada. el lema "por la razón o la fuerza" fue incorporado en 1920 al escudo nacional. y finalmente, el 18 de octubre de 1967, por decreto supremo se especificaron en forma definitiva las características de nuestro actual escudo, al que se lo RECONOCE COMO EMBLEMA PATRIO





El himno nacional que cantamos hoy, nace en 1847 y su compositor fue el poeta Eusebio Lillo, a quien el gobierno de chile le encomendó la creación del texto que debía reemplazar al que había sido el primer contenido de la canción nacional.


CANCIÓN NACIONAL DE CHILE
Letra: Eusebio Lillo
Música: Ramón Carnicer

Coro
Dulce Patria, recibe los votos
Con que Chile en tus aras juró
Que o la tumba serás de los libres
O el asilo contra la opresión.

I
Ha cesado la lucha sangrienta;
Ya es hermano el que ayer invasor;
De tres siglos lavamos la afrenta
Combatiendo en el campo de honor.
El que ayer doblegábase esclavo
Libre al fin y triunfante se ve;
Libertad es la herencia del bravo,
La Victoria se humilla a sus pies.

II
Alza, Chile, sin mancha la frente;
Conquistaste tu nombre en la lid;
Siempre noble, constante y valiente
Te encontraron los hijos del Cid.
Que tus libres tranquilos coronen
A las artes, la industria y la paz,
Y de triunfos cantares entonen
Que amedrenten al déspota audaz.

III
Vuestros nombres, valientes soldados,
Que habéis sido de Chile el sostén,
Nuestros pechos los llevan grabados;
Los sabrán nuestros hijos también.
Sean ellos el grito de muerte
Que lancemos marchando a lidiar,
Y sonando en la boca del fuerte
Hagan siempre al tirano temblar.

IV
Si pretende el cañón extranjero
Nuestros pueblos osado invadir;
Desnudemos al punto el acero
Y sepamos vencer o morir.
Con su sangre el altivo araucano
Nos legó por herencia el valor;
Y no tiembla la espada en la mano
Defendiendo de Chile el honor

V
Puro, Chile, es tu cielo azulado,
Puras brisas te cruzan también,
Y tu campo de flores bordado
Es la copia feliz del Edén.
Majestuosa es la blanca montaña
Que te dio por baluarte el Señor,
Y ese mar que tranquilo te baña
Te promete futuro esplendor.

VI
Esas galas, ¡oh, Patria!, esas flores
Que tapizan tu suelo feraz,
No las pisen jamás invasores;
Con tu sombra las cubra la paz.
Nuestros pechos serán tu baluarte,
Con tu nombre sabremos vencer,
O tu noble, glorioso estandarte,
Nos verá combatiendo caer.



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